lunes, 8 de septiembre de 2008

regalos, quemadas, sueños y flashback

Este fin de semana casi sentí que era mi cumpleaños: recibí tres regalos y sé que me tienen uno (que gracias a alguien que habló de más ya sé qué es). Me encantaron todos, es lindo recibir regalos...y más cuando es nada más porque sí.
Además de los regalos, estuve en una fiesta con mis amigos - casi todos-. Me gustó y disfruté mucho (cabe aclarar que la fiesta no era para mí), me hizo falta un poco más de alcohol nada más: ahora como soltera -¡auch!- puedo tomar el alcohol que quiera, con quien quiera, sin pensar que estoy haciendo algo que a alguien no le agrada, o que alguien me ha dicho que no haga.
El domingo no pude dormir hasta tarde, me levanté temprano para ir a la playa con un amigo. Ya estaba un poco enferma en la mañana, pero me dije: "me tomo una pastilla y ya". Eso hice. Me sentí bien, tanto, que mi amigo ni cuenta se dio de que estaba enferma, hasta que el efecto se me pasó...pero ya veníamos de regreso.
Me di una gran quemada, que era de esperar si estuvimos tirados en la arena por tres horas ,pero como la plática estaba buena, ni cuenta nos dimos del paso del tiempo. Además, estabamos como a un millón de piedras de nuestras cosas:ninguno iba a pasar por ese camino solo por el bloqueador.
Ayer me dormí temprano, me sentía mal y tuve que cancelar mi cita para ir a comer pupusas jeje. Dormí mucho y el hombre de mis sueños apareció por lo menos en tres ocasiones. Sí, ahora es el hombre de mis sueños, porque en cinco años no recuerdo haber soñado con él más de dos veces...pero ahora está ahí constantemente: a veces como el hombre de mis sueños y a veces como él mismo, solo que mientras duermo.
Ya parece mi diario esto. Mi diario que hace cinco años dejé de escribir, pero que recuerdo la última frase que puse: "Él me gusta de verdad, pero ahora sí me metí en una situación demasiado complicada". Y cinco años más tarde...