miércoles, 17 de septiembre de 2008

grito silencioso

Sentía una desesperación terrible por decirlo. Las palabras se querían salir de mi boca. Me mordí la lengua, lo repetí en mi mente...pensé que así sentiría como si lo estaba diciendo, pero no funcionó. Me desesperé aún más, era una necesidad imperiosa, era más fuerte que yo, mucho más. Sentía que debía gritarlo, sentí que mis labios se movían solos y lo decían. Ya hasta me costaba respirar. Pero sabía que si pronunciaba esas palabras en voz alta arruinaría todo. El corazón se me aceleró, mi respiración era cada vez más fuerte, el sudor se me evaporaba, todo mi cuerpo lo gritaba, me mordí los labios, pero al final sucumbí...lo dije en un susurro. Solo yo lo escuché. Menos mal.

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