sábado, 23 de agosto de 2008

Cinco años de tregua

Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni siquiera cruel. Simplemente oscuro. Es evidente que Dios me concedió una tregua. Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad. Me resistí con todas mis fuerzas. Después, me di por vencido y lo creí. Pero no era la felicidad. Era solo una tregua. Ahora estoy otra vez metido en mi destino. Y es más oscuro que antes. Mucho más. (Mario Benedetti)

Quizá yo no me resistí tanto como Martín Santomé. Para mí era la felicidad. Me creí completamente que era la felicidad, pero solo fue una tregua, una tregua de cinco años. ¿Y ahora? ¿Será un futuro oscuro?¿Existe al menos un futuro? Quizá habrá que inventarlo.

A lo mejor se trata de construir otro personaje y hacerle otra trama. A lo mejor ese personaje ya existe...¡quién sabe! Y el futuro...¿Habrá otras treguas? ¿Qué se puede hacer para que no se acaben?¿Por qué las treguas no pueden durar para siempre?

1 comentarios:

CLeEe dijo...

todos vivimos en tregua